jueves, 13 de septiembre de 2007

El camino de regreso

Despues de Kailash, el punto mas lejano de nuestro recorrido, habia que volver a la gran ciudad. Pasamos por varios lugares conocidos y otros desconocidos. Al pasar por uno de esos caminos por los que a nadie le gustaria pasar…o quizas a algun jeepero…nos toco algo bastante curioso…un bus con peregrinos en rumbo a Kailash estaba enterrado en el barro y no podian salir. Por algun motivo que desconozco, nos detuvimos a ayudar. Yo y mi tio nos bajamos del Land Cruiser mientras nuestro chofer lo amarraba a este bus…despues de un rato empujando ambos vehiculos y paleando el barro de debajo de las ruedas logramos sacar el bus del barro y todos aplaudieron. Nosotros seguimos nuestro camino.
En una de estos hostales, como a las 7 de la tarde… es bastante tarde alla, aparecieron unos polacos en bicicleta buscando algun tipo de galleta. Nosotros tenaimos un paquete que en realidad no ibamos a consumer y mi tia partio corriendo tras ellos para regalarles las galletas. Resulto que este parcito habia salido de Varsovia mismo en bicicleta y en 10 meses habian llegado a Tibet…y mas encima su destino final era Chile, pasando primero por Nepal, Tailandia y luego en avion a Australia para luego volar a Santiago. En fin…

Otro dia, estabamos llegando al lugar donde dormiriamos, Raka, y comenzo a llover suavemente pero para cuando nos estabamos instalando en el dormitorio se ocnvirtio en tormenta y llovia muy fuerte, incluso algo de granizo.
Fuimos a cenar a esta cocina tradicional que habia en el mismo hostal. El lugar estaba lleno de gente, entre soldados tomando cerveza o la misma familia comiendo. Cuando entramos parecio que todos se callaron y de pronto nos convertimos en el espectaculo…en realidad fue bastante gracioso como todos nos miraban comer mientras sus propios platos se enfriaban.

Solo faltaban dos dias para llegar de vuelta a Lhasa. Debiamos pasar por unos pasos de alta montagna, donde estaba nevando como no habiamos visto antes…era como agua nieve y teniamos que ir con la ventana abierta para que el chofer pudiera ver a traves del vidrio. Cuando la nieve paraba un poco, teniamos truenos y rayos…uno cayo a unos 500 metros de nosotros…fue bastante intenso. Ademas de los caminos nevados y los rayos tienen que contextualizarse en el camino…algo asi como el camino a Farellones pero con mas curvas, mas alto, sin pavimento, mas angosto y con un camion de 6 toneladas en contra tocandote la bocina.
Luego de ese paso llegamos a las llanuras cercanas a Shigatse, que ya es bastante ciudad para todo lo que veniamos viendo. De hecho fue la primera ducha que vimos como en una semana, asi que desde luego nos duchamos al llegar y a la magnana siguiente.
Rumbo a Lhasa teniamos que esperar los tiempos reglamentarios para pasar por los controles, que estaban particularmente mas estrictos porque habian tenido una fuga de la carcel de Shigatse.

Despues de eso paramos a la orilla del camino, par aver como se fabrica el incienso. Es bastante ingeniosos el proceso de como muelen los troncos de arboles para convertirlos en una pasta para poder hacer las varillas aromaticas. Son molinos accionados por una corriente de agua que van raspando la madera contra una roca. Eso es todo…asi se muele la madera. Despues de tan interesante recorrido de retorno llegamos a la gran ciudad, pero esa es otra historia…

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